Florentino no ha cambiado. Es un hombre de ideas fijas y firmes convicciones, lo que le ha permitido ser lo que es en la vida. Nunca le convencerás de que Xabi Alonso puede ser tan estratégico como Kaká (en realidad, tiene razón) y es el primero en preferir morir con sus ideas (galácticas) antes que entregar la cuchara en busca de eso que los técnicos llaman "el equilibrio táctico". Si se equivoca, será a conciencia y no se esconderá. Ya puso una vez su cabeza para pagar el peaje de sus sueños incumplidos. Pero si le sale bien, habrá que reconocerle que sus anhelos de grandeza son tan legítimos como lo fue en su día el instinto pionero de Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta para colocar al Madrid al frente de la vanguardia del fútbol mundial con sus magníficas ocurrencias...

La comparecencia de Florentino en el Foro Ferrándiz-AS confirmó lo que ya sabíamos: no le gustan las vacaciones y disfruta trabajando fanáticamente para la causa. "Tenía dos posibilidades: sufrir como presidente del Madrid o hacerlo desde casa. Otros prefieren jugar al golf o se van de caza. Pero mi pasión es el Real Madrid". Podrán decir de él lo que quieran, pero en eso dice la verdad y nada más que la verdad. Le conozco desde 1994, lo que significa que lleva en la pomada como Raúl, desde hace quince años. Dos ganadores patológicos. Florentino siempre tiene tiempo para hablar del Madrid. Su móvil nunca está apagado. Piensa en blanco...

Ayer descubrimos a un Florentino que diseña a largo plazo. En su día llegué a dudar de sus intenciones porque me aseguraban que iba a hacer un nuevo estadio en Valdebebas. La idea de ver al Bernabéu hecho escombros me rompía el corazón. Pero ayer dijo que lo iba a cerrar y cubrir para que fuera un estadio universal. Florentino, por ahí vas bien. Engrandecer la obra de Bernabéu es engrandecer la tuya propia. Gracias.