Día de gloria para Alberto y Juanma

Ayer vivimos de nuevo un gran día para el ciclismo español. Juanma Gárate logró una merecidísima victoria en un puerto tan mítico como el Mont Ventoux, y Alberto Contador aseguró su segundo triunfo en el Tour de Francia. Me alegro mucho por Juanma, ya que es un ciclista de mucha calidad y muy sacrificado, que tuvo que emigrar a Italia para convertirse en profesional. En el Lampre demostró que estamos hablando de un corredor para carreras de tres semanas, que rozó el podio en el Giro de Italia. Además, tras superar a Tony Martin en el Ventoux ha completado el triplete en las tres grandes vueltas: ya lucen en su palmarés etapas en Giro, Tour y Vuelta. Seguro que el Rabobank se ha llevado una gran alegría, porque la carrera que estaban haciendo era decepcionante. No han podido aspirar a la general con Menchov y Cavendish ha impedido que Óscar Freire pudiera ganar algún sprint.

Respecto a la lucha por el podio, Contador y Andy Schleck demostraron que se encuentran un punto por encima del resto. Se podrían haber marchado solos si hubieran querido, pero el madrileño quiso ayudar a Lance Armstrong a lograr el tercer puesto, como el luxemburgués con su hermano Frank. Al final se lo quedó el texano, al que hay que felicitar por su actuación, con 37 años, después de enfrentarse a chavales de 24 y 26. No obstante, me pareció una auténtica salvajada poner el Ventoux el día antes de llegar a París. La gente estaba frita y sin fuerzas.