La táctica del perro del hortelano

Miren ustedes la foto que ilustra la información de la izquierda. Andreas Klöden tira de Lance Armstrong y de un grupo en el que también vemos a Frank Schleck, Bradley Wiggins o Vincenzo Nibali, todos ellos aspirantes al Tour. La imagen no tendría nada de particular si no fuera porque por delante rodaba Alberto Contador, compañero de Klöden. Si el alemán hubiera ayudado sólo a Armstrong, no habría nada que recriminarle. Pero resulta que del trabajo de Klöden también se aprovecharon los demás. Johan Bruyneel lo explicó así: "Marcó un ritmo moderado para que Contador pudiera marcharse y para que Lance no perdiera mucho tiempo". Ni tampoco los rivales...

En mi opinión, esa dudosa táctica sólo obedecía a una motivación: Bruyneel ha preferido siempre que este Tour lo gane Armstrong porque son amigos, porque se deben mucho, porque sería un triunfo histórico, épico, milagroso, mediático... Nadie le discute al texano su derecho a intentarlo. Pero si en tu equipo existe alguien más fuerte, hay que rendirse a la evidencia (como parece que hará a partir de ahora) y, sobre todo, no perjudicarle con la absurda estrategia del perro del hortelano, que ni come, ni deja comer.