NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Hoy será el día más feliz para Doña Dolores Aveiro

Actualizado a

El 22 de enero de 2008 supe con total seguridad que Cristiano Ronaldo acabaría en el Madrid. La portada de AS de aquel día mostraba a su madre, doña Dolores Aveiro, posando con un fotomontaje de su hijo vestido con la indumentaria blanca y una frase que emocionó a toda la afición merengue: "Antes de morirme quiero ver a mi hijo en el Madrid". Un futbolista puede tener sus caprichos y gustarle más un equipo u otro, dependiendo del clima del país, su gastronomía y su cultura futbolística. Pero si tu madre te pide algo, sus deseos se convierten en una orden imposible de cuestionar. Y Cristiano, que siempre gusta de tener cerca a la familia, ha hecho feliz a doña Dolores. ¡Viva la madre que te parió!

Estoy convencido de que la llegada de Cristiano al Madrid va a marcar una época. Por edad (24 años), por talento (el Balón de Oro y el FIFA World Player son suyos), por ambición y por complexión (ese cuerpo de book no se fabrica tomando un zumo con Paris Hilton, sino en el gimnasio). Su impacto mediático, su imagen de guaperas y el asedio al que se ve sometido continuamente han creado un perfil del chaval que no le hace justicia. Cristiano fue bien definido un día por Camacho en el Donostiarra: "El mejor profesional que conozco, incluso a la altura de Raúl". Pregunten a Ferguson en la intimidad. Seguro que les dirá lo mismo...

Por eso conviene no desenfocar la dimensión de este megafichaje. Si ha costado 94 millones de euros es porque en el mercado actual el número uno se mueve en esas cifras. Kaká, tercero en el último FIFA Player, costó 67. El precio de un jugador no es equiparable a otras cuestiones mundanas. Esto es industria del ocio y basta con palpar la revolución que hay organizada hoy en Madrid con su presentación en el nuevo Teatro de sus Sueños. Esta agitación no la alcanzaron ni los Rolling ni U2. Además, separando al personaje encontramos a un jugador colosal, capaz de tirar las faltas como si la pelota fuese una bomba inteligente, de inventar eslalons en carrera que desparraman a los rivales como si fuesen muñecos de feria, de chutar desde 35 metros como si llevase mira telescópica en sus botas de 127 gramos...

El perfil humano de Cristiano también ayudará a su rápida integración en la capital. Consciente de que su vida se va a convertir en una especie de Show de Truman (todos contemplando cada movimiento que haga con una cámara que le seguirá allá donde vaya), el sexto galáctico de Florentino sabrá modificar su ritmo de vida para que, poco a poco, los paparazzi se batan en retirada y sólo hablemos de sus gestas en el Bernabéu. El portugués es Cristiano y Ronaldo a la vez. Una mezcla perfecta. Un crack.