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Entiendo que no se quieran ir

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Las buenas noticias, y más en tiempos de crisis y frustraciones laborales, corren como la pólvora y no dejan indiferente a nadie. El Madrid está copando todo lo positivo de un verano que se ha llenado de presentaciones impactantes (Kaká, Albiol y un Bernabéu lleno para ver a Cristiano) y de fichajes de alto copete. Por eso es normal que Ribéry y Benzema den calabazas al Barça del triplete y prefieran exhibir su talento con la sagrada camiseta de Gento y Di Stéfano. Hasta Maicon, a través de su agente, se marca unas declaraciones flipantes en las que sólo le falta decir que el lateral es capaz de venir de rodillas de Milán a Madrid con tal de formar parte del faraónico proyecto de Florentino II.

Es normal que todos quieran subirse a este portaaviones que promete noches de vino y rosas. Y es igual de lógico que los que están ahora no quieran plantearse ni en broma firmar su finiquito. Huntelaar se niega a ir a Lyon, Robben al City, Van Nistelrooy al Blackburn, Drenthe a la Fiorentina, Sneijder al Bayern, Van der Vaart al Hamburgo y Metzelder al Besitkas. Y eso que saben de sobra que Pellegrini no cuenta con la mayoría de ellos. Si yo tuviese contrato con el Madrid, no me sacaban ni los GEOS. Nadie se quiere ir de la mejor ciudad y del mejor club del mundo. Si te vas, empieza tu decadencia...