Palo cuando menos lo esperábamos

Abatidos y aturdidos. Así estamos todos tras el partido. En fútbol, además de ser mejores que el rival, se necesitan una serie de factores que no estuvieron del lado de la Roja en la semifinal. Empezando por la falta de concentración en la primera parte y terminando por la escasa fortuna en la segunda. Si regalas 40 minutos y además no metes ninguna de las 10 ocasiones que tienes, acabas perdiendo. EE UU ganó siendo práctico, jugando con frialdad, sin manejar los códigos de este deporte. No les hizo falta. Son nobles, mecánicos y nos hicieron bien la faena. Pero bien.

Es como si el frío de Bloemfontein hubiese congelado todas las virtudes de esta Selección, empezando por el juego colectivo y la generosidad a la hora de ayudar al compañero. Porque los delanteros deben presionar la salida del balón del contrario, y no se hizo. Porque los medios tienen que tapar huecos para facilitar la labor de los defensas. Y nada de eso ocurrió. Incluso Del Bosque estuvo poco certero en los cambios. Sobre todo, en el primero. Cesc fue cambiado por Cazorla. En otras circunstancias, relevo lógico, ayer, según estaban las cosas, no. El salmantino lo dijo al acabar: "Cuando se pierde, todos somos un poco culpables". Dicho queda.