Llegó el momento de la verdad
Luego ganaremos o perderemos pero la satisfacción de acudir al campo esta noche con la seguridad del que se sabe superior no nos la quita nadie. Hace tiempo que desaparecieron los complejos. Da un gusto tremendo sentarte en el puesto de comentarista para disfrutar. ¿Han caído en la cuenta de que apenas hemos hablado de las ausencias de Iniesta o Senna? Eso es buena señal. Estoy seguro de que si fuera Italia el rival en semifinales, tampoco nos habría desvelado. Se terminaron aquellos tópicos de que íbamos a pelear para llegar lo más lejos posible. Del primer al último jugador hablan sólo de llevarse esta Confecup para España. Sin prepotencia pero conscientes de que ese es nuestro rol. Juegan y piensan como campeones, notan el respeto de los rivales.
Ni tan siquiera el frío intenso y la lluvia que se preven para la hora del partido pueden servir de excusa. Del Bosque saca toda la artillería. A los americanos les metieron tres los italianos y otros tantos los brasileños pero mejor no reservar nada. Esa es otra. ¿Han visto un mal gesto en algún suplente? ¿Han leído un comentario subido de tono? ¿Alguna queja porque los hoteles no son de lujo? La noche del lunes estuvimos en una especie de pub, Cubaña, en Bloemfontein. Allí celebraron los jugadores el pase a semifinales como primeros de grupo dos días antes. A diferencia de otras selecciones, ninguna salida de tono. Fue una fiesta relajada y tranquila, casi para seguir hablando de fútbol. La Prensa respetó su intimidad y al día siguiente, vuelta al trabajo. Así, hasta el domingo.