La canarinha impone respeto

Nada más acabar el partido Brasil-Italia, Luis Aragonés me guiñó el ojo y me dijo: "lo vamos a pasar mal con estos en la final". Estos, los brasileños, son motivo de comentario en la sede de los nuestros. No es que despreciemos a los americanos pero todos miramos más allá. Añadió el míster que en ese hipotético partido sí echaremos en falta a Senna e Iniesta, sobre todo al primero. Y es que el doble pivote de los de Dunga, con Felipe Melo y Gilberto Silva, asusta. Bueno, y el resto. Maicon es el mejor lateral del campeonato. Luis Fabiano ha igualado en goles a Torres y Villa. Kaká se desliza suavemente por el campo haciendo jugar al resto. Hasta Robinho parece otro, pese a que siga siendo un poco chupón. No hace mucho tiempo, estaríamos temblando ante la que se nos viene encima.

Pero la Selección está muy fuerte. Mantienen el discurso de la modestia, recordando que antes hay una semifinal con EE UU. Es pura pose porque han visto los partidos previos y saben de las limitaciones del rival. La principal: que no viven con pasión este deporte. Los que están en el escaparate de los fichajes, se permiten bromear con su futuro. Es el caso de Torres, harto ya de que le preguntemos por una hipotética oferta de Florentino. Ni existe ese tanteo ni el jugador lo quiere. Simplemente le hace gracia la que se armaría en nuestro país de producirse la llamada. Por cierto, que El Niño sigue siendo el que más sombra hace a Kaká entre los aficionados locales. Él también está contribuyendo porque no deja a nadie sin autógrafo. Ya ven, Brasil y España, hasta en la sopa.