Mandiá y el conjuro de la suerte
El entrenador del Hércules, Juan Carlos Mandiá le ha pedido un "guiño" a la diosa Fortuna. El preparador de los alicantinos confía en un golpe de suerte que catapulte a su equipo a Primera. La realidad es que a Tenerife y Xerez sólo les falta un punto y al Zaragoza dos, con lo que las aspiraciones reales del Hércules son mínimas. El primer paso debe ser ganar a un Albacete que, al margen de haber salvado ya la categoría, ha protagonizado una temporada bochornosa en los despachos y caótica en lo institucional y que llega pensando en terminar cuanto antes.
Pase lo que pase en el encuentro, el Hércules no debe olvidar un año en el que ha devuelto la ilusión a la afición alicantina topándose con unos competidores de enorme nivel. Lo que no debería hacer ahora la entidad herculana es afear esos logros con movimientos tan torpes como los producidos en la renovación de Sergio Fernández. En el Albacete, con Máximo Hernández al frente del banquillo, los manchegos afrontan un final de temporada en el que destaca, sobre todo, la ausencia de Diego Costa. El brasileño ya descansa en su país después de haber cuajado un gran año aprovechando su cesión procedente del Atlético de Madrid.