Un equipo español para un Mundial en la cuerda floja

Pues parece que, finalmente, el año que viene habrá una escudería española en el Mundial de Fórmula 1. Permítanme que siga manteniendo ciertas dudas (razonables creo) sobre la viabilidad del proyecto, no tanto por el crédito que merezcan Adrián Campos y sus socios como por las incógnitas que siguen planeando sobre los grandes premios. La FIA hizo pública ayer la esperada lista de equipos inscritos para 2010, pero condicionada a la aceptación de sus criterios en cinco casos (entre ellos Renault) y con un nuevo ultimátum de otra semana para aclarar la situación. Es decir, que estamos más o menos en el mismo punto que antes... o incluso más atrás porque Ferrari, Red Bull y Toro Rosso están que se suben por las paredes después de que Mosley les haya inscrito supuestamente sin condiciones.

Creo que por todo esto aún no me emociona la inscripción de Campos Meta1. No tengo ni idea de cómo terminará el asunto, si el equipo español podrá pelear con McLaren, Ferrari o BMW o tendrá que hacerlo con Force India y US F1. Y, lo que no es menos importante, en qué condiciones lo hará, porque si los grande se quedan en la Fórmula 1 no será con las imposiciones de la FIA, es decir, en ningún caso con un límite presupuestario de 45 millones de euros por año. Si Campos tiene que competir con cuarenta millones frente a rivales que gastarán, como se pretende, cien, pues mal empezamos... Por supuesto que entiendo la ilusión del equipo, de sus promotores y de muchos aficionados que se puedan ver representados en la F-1 por una escuadra nacional. Pero yo, personalmente, no comparto tanto entusiasmo. No creo que haya que estar en los grandes premios por estar, condenados a la cola del pelotón y sin opciones de despuntar. Si llegamos para hacer bulto, honestamente pienso que es mejor quedarse en casa. Y que conste que me encantará haberme equivocado en mi pronóstico y poderlo reconocer muy pronto...