La Liga más divertida del mundo
La gente seria del fútbol ha sabido durante las dos últimas temporadas que, pese a lo que nos llevaban diciendo los comentaristas de La Sexta, la mejor Liga del mundo ha sido la inglesa. Puede que esto no cambie en cuanto a resultados la temporada que viene; puede que una vez más lleguen tres equipos de la Premier League a semifinales de la Champions. Pero de lo siguiente que no quepa la menor duda: la Liga española será la que va a generar más interés mundial. Aquí estará la acción, aquí estará la juerga. Los aficionados de Japón, Suráfrica, Bolivia, Samoa y Madagascar se lo pasarán mucho mejor viendo el fútbol español, en su mejor expresión, que el inglés en la suya.
Y por esto debemos dar las gracias, por un lado, al Barça, por otro a la Selección española y, finalmente, al padre (y la madre) de los galácticos, Florentino Pérez. Se supone que los fichajes de dos de los tres mejores jugadores del mundo, Cristiano Ronaldo y Kaká, acabarán llenando las arcas del Bernabéu con mucho más dinero de lo que han costado. Esa es la fórmula florentinesca: los más caros son los más baratos. Vale. Pero, hoy por hoy, da igual. Porque hoy por hoy lo que importa es que el Real Madrid ha recuperado la magia y la ilusión.
Y no sólo el Madrid. Toda la Liga española, tan de capa caída ella últimamente (con la excepción del Barça), se revalúa. Los ojos del mundo se fijarán en el Barça y el Madrid, incuestionablemente ahora los dos equipos de más glamour que hay. Pero al fijar la vista en ellos, el mundo no podrá evitar fijarse también en el Sevilla, el Atlético, el Osasuna, el Espanyol y el Athletic. Lo que nos espera en los próximos doce meses a los seguidores del fútbol en España es un lujo, un manjar. El resto del mundo, empezando por los ingleses, nos mirarán (no, ya nos miran) con envidia.