Maite, un ejemplo para todos

Maite, un ejemplo para todos

Ivonne es joven, guapa a rabiar y más lista que ingenua. Matías se ha mostrado siempre alegre ante las cámaras, ya haga calor, llueva, truene o apriete el hambre. Sabe venderse. Pero es un buen tipo, seguro. Maite es mi mujer y la madre de mis dos hijas, así que desde este momento no me pidan la objetividad exigible a todo periodista. Esta vez no, lo digo de antemano. He seguido Supervivientes como si fuera un Mundial. He visto a Maite segura, trabajadora, leal, humilde, espontánea y transparente. Ella es así, la conozco bien.

Soportó ser señalada y apartada al inicio, pudo volver a casa la primera y fue superando obstáculos hasta la final, como en aquellas carreras en las que sorprendía en el último doscientos y pasaba a todos. Está a punto de cortar la cinta ante la incredulidad de algunos y la alegría de la mayoría. Como espectador me ha cautivado, como marido me ha llenado de orgullo. Ivonne, Matías y Maite llevan más de 80 días perdidos en Honduras, sin su gente, con la comida justa, bichos y hambre. Empezaron 14. Quedan tres. Sombrerazo para ellos. Sólo puede ganar uno, espero que sea Maite. Del público depende.