¿Pagarán los de siempre el nuevo campo?

Usted, yo, su primo, su vecino los valencianos serán al final los que paguen el nuevo estadio. Me parece injusto, insolente y sonrojante. Llorente sostiene que el Valencia no tiene un problema con el nuevo estadio, que es la ciudad quien tiene un problema. Manolo defiende su cuartel, pero eso dejó de ser así. Quien tiene realmente el problema es el Valencia, con un estadio empezado en el que ha tirado 100 millones de euros en cemento sobre un solar municipal. Ahora bien, lo que Llorente y el Consejo pueden aprovechar son las circunstancias. Mantener las grúas y los andamios de ese campo faraónico en la 'Castellana' de Valencia es un buñuelo que representa el fracaso de una ciudad, de Juan Soler y de Rita Barberá (sin tener culpa).

Y lo que está claro es que ni el Valencia quiere o puede acabarlo con su dinero, ni se podrá prolongar mucho el abandono. Supongo que los cerebros de Bancaja sabrían que, con Llorente, colocaban a quien defendió y negoció que el campo se pagara entre club, Ayuntamiento y Generalitat Valenciana. Así que o estaba pactado o gol por la escuadra de Olivas a Rita y Camps. Rita estará indignada: después de dar dos 'pelotazos' (73.000 metros en Mestalla y 55.000 en el otro estadio) para que de la venta pagaran el campo nuevo, ahora resulta que los 250 millones que faltan tendrían que salir del Ayuntamiento y Generalitat. O sea del bolsillo de todos. Muy duro, oiga. Cuánto daño ha hecho Juan Soler.