Momento dulce para Bermejo
Cuando ves a Mario Bermejo en el campo parece llevar una coraza de centurión romano. Su fortaleza física invita a pensar en un futbolista que va a por todas en el cuerpo a cuerpo, pero el delantero cántabro aporta mucho más. Tiene asimilado su papel de primer obstáculo cuando el rival saca el balón, algo que no le merma en ataque, donde es habitual verle iniciar jugadas. Bermejo no se limita a esperar el remate final, que es donde más destaca, sino que busca en el Xerez de Esteban entra en contacto con la pelota desde posiciones más retrasadas para luego llegar al área a aprovechar los envíos desde las bandas de Momo y Carlos Calvo.
Este patrón futbolístico se ha forjado a lo largo de una trayectoria que le ha llevado por una docena de equipos pasando por todas las categorías. El cénit de su carrera fue el Pichichi obtenido con el Racing de Ferrol en 2005 con la contundente cifra de 27 tantos. Esta temporada no va a llegar tan lejos (suma diez hasta ahora), pero son goles que pueden valer un ascenso. Con 30 años y en proceso de renovación con los andaluces, afronta una brillante vuelta a Primera División.
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