Nervios de última hora en el Girona
El fútbol es desagradecido y cruel, apenas tiene memoria y vive aferrado al presente y a la victoria. Raúl Agné fue el técnico que devolvió al Girona a Segunda después de 49 años. No contento con eso, el equipo catalán realizó una primera vuelta en la que sumó 31 puntos rindiendo muy por encima de otros clubes con mayor potencial deportivo y económico y más asentados en la categoría. Todo esto, sin embargo, no ha impedido que Agné pase a engrosar las listas de entrenadores en paro siendo el décimoquinto técnico que pierde su empleo en esta temporada en la categoría de plata.
La segunda vuelta ha sido un lastre demasiado grande para el Girona. Once puntos son muy pocos, aunque el detonante final de los acontecimientos han sido cinco derrotas consecutivas y haber perdido la fortaleza en casa. Montilivi fue un campo difícil durante la primera mitad del curso, pero, en la segunda, sólo se ha logrado una victoria y ocho puntos de 24 posibles. El resultado es que el Girona está cinco puntos por encima del descenso y ha cundido el pánico. El director deportivo, Javier Salamero, toma ahora las riendas para refrendar una permanencia que todavía está en el aire.
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