Tres poles como tres soles

Tres poles como tres soles

Lo que bien empieza, bien acaba. Días de mucho, vísperas de nada. Echamos mano del riquísimo refranero español para tomarnos la jornada de ayer en el circuito de Le Mans con el talante que más nos pida el cuerpo, viendo el vaso medio lleno o medio vacío. Cierto es que en las carreras de hoy puede pasar de todo, que para eso estamos hablando de deporte, pero a mí el alegrón de los entrenamientos ya no me lo quita nadie. Tres poles como tres soles. Pleno español en el GP de Francia. No es algo inédito, pero sólo ocurre de cuando en cuando, así que disfrutemos del momento y sentémonos hoy delante de la tele con la ilusión de que la tendencia se mantenga cuando de verdad cuenta, en las competiciones. En Jerez nos quedamos con las ganas, pero a mí me servirá de consuelo (¡ya lo creo!) si nos sacamos la espina en este mítico escenario de las 24 Horas.

Las tres poles tienen un valor altísimo, eso es indiscutible. Vienen a decir que los pilotos que las han conseguido están preparados para aspirar a la victoria, algo que ya no nos sorprende en el caso de Pedrosa y Bautista, campeones del mundo y candidatos a volver a serlo ahora en otras categorías. Por eso permítanme que haga una mención especial a Marc Márquez. Ignoro si ganará hoy la carrera de 125cc porque eso no puede saberlo nadie... pero tampoco me obsesiona. Lo realmente significativo de este resultado es que este chaval de sólo 16 años sigue quemando etapas al ritmo que sólo lo han hecho antes los más grandes, los que hoy son figuras. Y a mí no me sorprende y lo digo sin ánimo de colgarme ninguna medalla, porque juego con ventaja. Emilio Alzamora, el descubridor de Marc, ya me lo adelantó. "Este chico es especial", me dijo. No se equivocaba, ¿no les parece?