La lucidez de quedarse a Seitaridis
Es mala suerte quedarse sin laterales derechos el día que te juegas la temporada y llega Mata para buscarte las cosquillas por esa zona. Sí, es mala suerte, pero sólo hasta un punto, porque el azar juega la Liga todos los años y los equipos bien gestionados están preparados para sobrevivir cuando sale cruz. El Atleti, no. El pasado verano, Pitarch y Gil Marín quisieron ser los más listos y ahorrarse unos euros, así que decidieron ceder a Valera y quedarse sin más lateral diestro que Seitaridis, un vividor que llevaba dos años sin rendir y al que no hubo manera de vender. Como Perea, Heitinga y Ujfalusi pueden cumplir en el costado, no se fichó un segundo lateral.
Nueve meses después, Abel hace malabares para inventarse algo que debería tener, porque le faltan dos centrales (Perea y Heitinga) y un zurdo (Antonio López). Es decir, dispone de todos los laterales derechos de la actual plantilla: ninguno, con Seitaridis riéndose en Mykonos. Así que si Mata se la lía a un central zurdo fuera de sitio (Domínguez) o a un chaval sin experiencia (Núñez u Ortiz) o Villa abusa de que Ujfalusi no juegue en el medio, dudo que a sus sabios directivos les compense el medio millón que se ahorraron con Valera a cambio de los 15 kilos que pierden sin la Champions. ¿Suerte? No, planificación.