Se ríen del Levante dos de Tomelloso

El pasado verano, un tal Tomás Carmona (Sevilla) estuvo manoseando semanas la compra de un arruinado Levante. Contrató a Lucas Alcaraz como entrenador. El dinero que un día venía de Suiza y otro de Sevilla nunca llegó. 'Bluff' total. Y, luego, al calor del futuro negocio de recalificación del actual estadio del Levante y construcción de uno nuevo, aparecieron por aquí dos de Tomelloso que le compraron el 74% a Pedro Villarroel (antiguo dueño y quien ha llevado el club a la quiebra) por un euro y asumir la deuda de 88 millones arrastrada. Los de Tomelloso los trajo Emiliano Carballo (ex presidente del Toledo). Se llaman López Lara, un comisionista o API inmobiliario y un tal Jesús Serna, un pequeño constructor socio de Lara.

Ya dijeron que sólo querían la parte inmobiliaria pero que se tuvieron que tragar "con calzador" el equipo de fútbol. Si tenían un grupo inversor detrás, se debe haber esfumado y ellos no pueden responder. Están huidos en Tomelloso, buscando otro que compre el producto o mirando la forma de llevarse su comisión. Mientras tanto, el Levante se muere y sus dueños se rascan el ombligo en Tomelloso. Frívolos e irresponsables es poco.