Huele a despedida anticipada

Me llamaron la atención las palabras del técnico del Málaga, Antonio Tapia. Habló, por primera vez, abiertamente sobre su renovación. A mí, sus palabras me sonaron a despedida. "No hay acuerdo. En breve mi representante se reunirá con Fernando Sanz, para saber si hay acuerdo o no". En esa reunión, si se produce, entre Joaquín Martorell, presidente de Bahía, y el máximo dirigente malaguista, pueden pasar muchas cosas, aunque el Málaga no transige en el tema económico. Esa es la oferta, aunque Tapia quiere conocer el proyecto deportivo de la próxima temporada y, lo más importante, sentirse valorado. Quizás, sus pensamientos pasan porque el club, después de la gran temporada que ha hecho, no le ha valorado como él cree que se merecía. La entidad tiene sus pensamientos y Tapia, los suyos, por lo que, después de sus palabras, ahora lo veo más lejos. Antes ni se me pasaba por la cabeza que no fuera el entrenador del Málaga la próxima temporada.

Eso sí, ayer lo vi entero, como es él. Tranquilo. No se inmuta por nada y su deseo es continuar, además de intentar junto con sus jugadores en estos cuatro partidos que quedan para concluir el campeonato conseguir el soñado objetivo de la UEFA o, por qué no, el de la Liga de Campeones. Esperemos acontecimientos, pero si no cambia la situación, el actual director deportivo, Ricardo Rodríguez, podría ser el sustituto, a lo Pep Guardiola. Es una de las opciones. Hay otras. El Málaga es un sentimiento. Volveré.