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Yo digo Raúl Romojaro

El apoyo de la mejor afición

Actualizado a

Hace unos días estuve en el Santiago Bernabéu, del que reconozco no soy un asiduo visitante, para disfrutar de un Real Madrid-Getafe apasionante. Entre sobresalto y sobresalto en la remontada de los blancos, tuve oportunidad de constatar lo afortunados que son los futbolistas pudiendo jugar cada dos semanas un partido de Liga en casa. En cada uno de los arranques del equipo local, en cada pase con tino, en cada tropelía de los rivales, el estadio parecía venirse abajo con el bramido de esos miles de aficionados entregados a una causa común.

Esto debe darle alas a un deportista, me dije. Y también pensé en lo diferente que es la situación para los pilotos de motos, cada domingo en un circuito de un país distinto, encerrados en su casco y tan lejos de las gradas. Viene todo esto a cuento porque durante estos días se habla mucho de la motivación especial de los pilotos españoles en Jerez. Y no es ninguna pamplina, ningún recurso fácil. Todo lo contrario se trata de una realidad en la que, ya digo, reflexioné mientras veía como el Bernabéu llevaba en volandas al Madrid hacia un triunfo épico. Porque en el GP de España los nuestros sí que pueden sentir ese aliento, ese apoyo, ese cariño de sus aficionados... Algo extraordinario para ellos por lo poco frecuente y lo motivador. Lo hemos visto en este circuito en multitud de ocasiones y lo volveremos a ver esta vez: un español jugándose el tipo hasta límites que desaconseja la lógica con el único objetivo de darles a sus seguidores la satisfacción que merecen. A eso se le llama factor campo.