Una nueva pantomima de Mosley

Reconozco que he perdido cualquier capacidad de asombro con los asuntos relacionados con la FIA. Me puedo esperar de todo cuando Max Mosley, el brazo armado de Bernie Ecclestone, anda por medio. Por ese motivo, esta nueva pantomima del británico tampoco me sorprende, por mucho que resulte un auténtico disparate se mire por dónde se mire. El veredicto del Consejo Mundial causó ayer cierto revuelo también en AS y Luis Nieto, el director de nuestra edición digital, ponía un ejemplo muy clarificador: "Esto es como si la Federación de fútbol le mete los diez partidos a Pepe, pero le deja seguir jugando mientras que no vuelva a agredir a otro rival durante unos meses". ¿Se imaginan la que se habría liado? Pues es justo lo que ha hecho Mosley...

No es tan sólo una decisión sin ningún tipo de fundamento legal o incluso lógico, es además un precedente realmente peligroso. A partir de ahora, asumiendo la culpa y mostrando el pertinente arrepentimiento, cualquier cosa debería valer en la Fórmula 1, siempre que el infractor no tropiece de nuevo en la misma piedra. Lo normal, lo razonable y lo asumido es que, cuando alguien se equivoca, paga de una u otra manera por su error. Y si repite la falta, no se le cobra la factura pendiente, sino que se le expende una ampliada y corregida por reincidente. Mosley ha cambiado la forma de entender estos castigos. Desde ayer, pilotos y equipos saben que pueden tener una segunda oportunidad antes de asumir sus responsabilidades.