Emoción en el gran duelo insular
Canal + no ha querido perderse el que es uno de los partidos más especiales del fútbol español. Aunque Tenerife y Las Palmas jueguen ahora en Segunda, su capacidad para contagiar de pasión las islas es de largo alcance. Vecinos, pero rivales eternos, ambos clubes siempre que se enfrentan ponen en juego mucho más que la mera competencia deportiva. No queda una entrada, la reventa se frota las manos y el ritmo vital en las islas se ralentiza a la espera del resultado del derbi. La palpable posibilidad de ascenso de los tinerfeños ha disparado la euforia chicharrera, mientras que el principal objetivo del equipo amarillo es apagar esa alegría creciente. Sus aficionados sueñan con aguar la fiesta que se prepara en el Heliodoro.
La victoria del equipo de Javier Vidales sobre el Eibar la pasada semana era vital para asegurar la salvación de Las Palmas, que ahora afronta el partido de máxima rivalidad con el respaldo que les dan los ocho puntos que tienen de colchón para evitar el descenso. Esa supuesta tranquilidad no la tiene el equipo de José Luis Oltra, que encara un calendario difícil hasta el final de temporada y que sabe que ninguno de los equipos que está pugnando por el ascenso está haciendo concesiones. La ventaja del Tenerife es que se ha habituado a ganar, la última derrota se remonta a tres meses atrás y, jugando a su nivel, es un equipo difícil de superar. El derbi está servido y de nada valen las estadísticas. Puede pasar de todo.