Es Don José y 'Pepinho' a la vez

Es Don José y 'Pepinho' a la vez

Pepe juega con la selección de Portugal pero es brasileño. Matiz muy a tener en cuenta. No olvidemos que Etoo afirmó que él es hincha del Mallorca y que en el Barça "trabaja". En este caso, el corazón de Pepe está en el Madrid, su canarinha particular. Cuando juega al lado de Cristiano Ronaldo se pone a las órdenes de Queiroz y hasta acepta resignado las locuras del técnico que protagonizó el batacazo galáctico, ejerciendo de mediocentro. Un error. Pepe es un Hierro del siglo XXI, un líder atrás capaz de adelantar diez metros la zaga y de intimidar al rival con su defensa de anticipación. Pepe es un pitbull antes de encimar al delantero enemigo y un mariscal de campo cuando recoge el cuero, levanta la cabeza y reparte juego. Pepe es Don José cuando golpea la pelota y 'Pepecoechea' cuando hay que anular a aquellos que osan turbar la paz que reina ahora en el área de Casillas, que se ha quitado canas y goles desde que Ramos suplió a Schuster

Pepinho marcará una época en el Madrid. Las lesiones por fin le respetan y sus resfriados aturden a la afición como si cayese en combate Leónidas en plena lucha encarnizada con los persas en las Termópilas. El brasileño ha hecho mejor a Sergio Ramos, que ahora sube al ataque con la sensación de tener las espaldas mejor cubiertas que Obama. Hasta Cannavaro ha sentido ese protectorado, y qué les voy a decir de Marcelo, que ha regresado a ese carril del '3' donde ahora es imprescindible y antes un desecho de tienta. Pepe es junto a Lass el líder de la pizarra mágica de Juande y por eso creo ciegamente en él cuando nos recuerda que el Barça tiene de qué preocuparse y que ahora "empieza lo bueno". Conviene recordar al pueblo que este Madrid lleva dos años enviando a Messi, Etoo, Xavi e Iniesta a la lona de la Liga. Ellos proponen, el Madrid dispone. Como en los viejos tiempos. En lo que va de siglo, el parcial en Ligas es de cuatro a dos. La vida sigue igual