Cristiano sabe que dio en la diana

Dice un testigo que tras una reciente bronca de Ferguson volvieron a volar objetos en el vestuario del United. No fue el escocés el que pateó botas y tazas de té, sino Cristiano Ronaldo. En el partido de ida ante el Oporto, el portugués había perdido un nuevo balón (como ocurrió ante el Aston Villa) que acabó en tanto encajado y Ferguson se cansó de su escaso compromiso. Le dijo que si se creía que el partido empezaba y acababa cuando recibía o perdía el balón, le exigió que preguntara a sus compañeros qué pensaban de él. Ronaldo quiso responder y, como siempre, Ferguson le dijo que le importaba un pepino lo que pensaba él.

El maestro de la magia mental le picó su orgullo. Hizo callar al portugués unas cuantas veces y, al acabar la perorata, sir Alex salió del vestuario para que Cristiano mascullara sus palabras. Lo que hizo, como buen latino, fue darle patatas a todo. Ferguson debía, a esas alturas, estar sonriendo. Sabía que había encendido la luz de su talento al mismo tiempo que su rabia. Pero por si las moscas, como contamos aquí hace unos días, a continuación hizo pública la 'conversación' entre los dos (así la denominó Ferguson: más bien el monólogo o bronca) para que la vista de la hinchada se dirigiera al luso. A éste le tocó responder con algo (goles, mejor actitud, trabajo) en la vuelta de los cuartos de la Champions y lo hizo con un tanto espectacular. El portugués, aunque a 40 metros distancia, recogió el balón con la intención de zapatearlo en dirección a portería y al discurso de Ferguson. Dio en la diana.