NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Tres faltas, un error y un árbitro

Actualizado a

Fue la historia de tres faltas, un error del que nunca falla (lo que el compañero Miguel Angel Vara denominó 'el factor humano' ) y un árbitro español. Y luego la de una defensa que sufrirá ante el Barcelona y dos tantos de Lampard. Dio para una película casi nunca al gusto del consumidor. Contra el deseo de ambas aficiones, se empezó jugando al ritmo que marcaba el sentido común y la experiencia. La hinchada, en general, quería una de acción y salió, al principio, una francesa que diría mi padre (una de pensar). Empezó dominando el Liverpool, esperando el momento para convencerse de que se le podía dar la vuelta a la eliminatoria. La ausencia de Gerrard sugería que se daba prioridad a otras empresas mayores.

Pero un par de faltas convertidas en dos mazazos a la confianza del Chelsea alimentaron la ilusión de la afición red. No fue suficiente desde el momento en que Hiddink dejó de especular y fue a por el partido. A partir de ahí pasó de todo. Lo del árbitro español fue el condimento. Por bueno que sea Medina Cantalejo, un español desluce el juego cuando se enfrentan dos equipos ingleses. Desespera a todos, incluso a los técnicos aunque ambos sepan que se va a dedicar a pitar las faltas pequeñas, las medianas y las grandes. Hubiera sido mejor un árbitro alemán.