El Kun me da la sensación de que ya ha tomado su decisión. Se va a marchar a Italia. Lo que no me gusta es que busque justificaciones y lo que le pido es volver a ver al Agüero de antes del descanso navideño. Le podrán salir bien o mal las cosas, pero esa imagen de brazos caídos que le ha acompañado en sus partidos ante Mallorca y Osasuna me parece cuando menos deprimente. El Kun es un genio, pero que está mal aconsejado. En el Inter no va a encontrar ese modelo de fútbol que haga resaltar sus virtudes, pero poderoso caballero es don dinero y el Atlético seguirá existiendo aunque se vaya. Si hemos podido aguantar la salida del símbolo colchonero más importante de los últimos años, como ha sido Fernando Torres, nadie se va a rasgar las vestiduras en el Calderón por el hecho de que el Kun busque nuevos aires.En lo que confío es que en los nueve partidos que quedan vuelva a ser el delantero genial que demostró el año pasado, la fiesta que representaban sus partidos para todos los seguidores atléticos y que salga del club por la puerta grande. Es un futbolista que tardaremos en olvidar, pero con actitudes como las de los últimos tres meses está irritando al personal. Agüero puede ser muy grande, pero está a medio camino. Lo mejor para su carrera es que se coloque algodones en los oídos para no escuchar a los aduladores profesionales y se dedique a lo suyo, inventar el gol en espacios increíbles. Si el Kun asume su reto la Champions aún es posible y las declaraciones a la prensa quedan muy bonitas, pero la única verdad es la que se demuestra en el terreno de juego. Ha llegado el momento en que el delantero argentino asuma la importancia de su contrato y que se convierta en la estrella que ya ha demostrado que es.