El primer gran premio de la temporada, en Australia, resultó un tanto atípico. Siempre es especial por las características del circuito de Melbourne, pero esta vez las circunstancias fueron incluso más extraordinarias por los cambios de reglamentación, los nuevos neumáticos, la polémica de los difusores, los protagonistas inesperados... Pero todo eso es ya historia. La Fórmula 1 llega ahora a un circuito de los de verdad tan espectacular como el de Sepang. Un trazado permanente en el que podremos tener referencias mucho más válidas sobre el potencial de cada escudería, dejando de lado el factor campo. Lo único que puede alterar considerablemente el orden de las cosas en Malaisia es la climatología, algo caprichosa por estas latitudes...

La buena noticia es que el segundo asalto se disputa en un escenario que, en principio, resulta favorable para las ambiciones de Fernando Alonso. Ha ganado allí y reconoce que es una de sus pistas favoritas, puede incluso que su preferida, así que un motivo más para mirar con optimismo hacia este nuevo desafío. Pero al margen de la lógica atención que acapara el piloto de Renault, el fin de semana se presenta apasionante, con muchas incógnitas por despejar. Sabremos si los Brawn GP siguen tan arrolladores, si McLaren consigue salir del pozo, si Ferrari llega con ganas de revancha y si el R29 es tan bueno como parecía durante la pretemporada. No es que todo vaya a quedar claro de golpe, pero algunas pistas más sí que iremos teniendo.