Menos líos y más carreras

Menos líos y más carreras

Más de lo mismo. Con demasiada frecuencia, lo deportivo pasa a un segundo plano en la Fórmula 1, cediendo el protagonismo a asuntos mucho menos agradables y divertidos. A mí, al menos, lo que me gustan son las carreras, no los líos de los espías, de las medallas o de los dichosos difusores. Entre otros motivos, porque creo que la competición se ve adulterada. Sobre el éxito de Brawn GP planea la sombra de la duda y las críticas del resto de los equipos no vienen sino a incrementar esta sensación de provisionalidad de los resultados. Los triunfos, entiendo yo, se consiguen o se pierden en los circuitos, no en los despachos...

Lo peor del asunto es que el tema va a traer mucha cola, pase lo que pase el próximo día 14 con la decisión de la FIA. Si declaran ilegales los difusores del nuevo equipo, lo ocurrido en Melbourne carecerá de valor y Brawn tendrá un problema; si el veredicto es el contrario, serán las demás escuderías las que vayan de cabeza para intentar actualizar sus coches a una normativa que no debería haber admitido interpretaciones.