Lo inteligente es no precipitarse

Lo inteligente es no precipitarse

Primeros entrenamientos del primer gran premio de la temporada 2009 de Fórmula 1 y primeras sorpresas. Pilotos con los que no se contaba en cabeza y coches que el año pasado no eran competitivos en las posiciones de vanguardia. Pero tampoco nada inesperado. Durante todo el invierno hemos ido repasando las numerosas y significativas transformaciones técnicas impuestas por la nueva normativa, además de advirtiendo de que en este escenario cambiante podían emerger protagonistas inesperados. Así ha sido. Por si fuera poco, la variedad de opciones elegidas por los equipos viene a embarullar más la situación, con difusores al límite de la legalidad (para algunos sobrepasándola) y el dichoso KERS montado en unos coches sí y en otros no. Como para aclararse...

Con este panorama, creo que lo inteligente es no precipitarse, no sacar conclusiones antes de lo que aconsejan la lógica y la prudencia. Porque ayer ya comencé a escuchar que lo de Alonso y Renault era un farol, que el R29 no era tan bueno como habían vendido. ¡Increíble! Esto viene a ser como dar un partido por decidido cuando en el minuto dos uno de los equipos ha metido un gol y queda aún casi hora y media de encuentro. Éste va a ser un Mundial de incertidumbres, vaivenes, cambios y desde luego que sorpresas, así que esquivemos el error de dar categoría de certeza a lo que sólo es un indicio. Hacerlo nunca es una apuesta segura, pero este año menos que nunca... Nos quedan diecisiete carreras por delante, es decir todas, y lo que debemos hacer es disfrutar de lo mucho que nos puede ofrecer uno de los campeonatos más abiertos y emocionantes de los últimos años. No queramos sentenciarlo antes de tiempo...