Una semana para iniciar la acción

Con todo el lío que se ha organizado con el nuevo sistema de proclamación del campeón del mundo de Fórmula 1, casi nos habíamos olvidado de lo realmente importante: dentro de siete días la acción habrá comenzado en el circuito de Albert Park, en Melbourne. Un primer gran premio en Australia de una temporada que, pese a todo, se presenta apasionante: incierta, disputada, abierta, revolucionaria y esperanzadora. Sí, porque de nuevo volvemos a tener a Fernando Alonso entre los favoritos, entre los aspirantes no sólo a victorias parciales sino también al título, a la que sería su tercera corona. Después de la travesía por el desierto que supuso 2008 (menos mal que al final se salvaron los trastos), es tiempo de recuperar la ilusión y la confianza en nuestro campeón.

Porque lo fundamental es que Alonso esté ahí en la pomada. Quiero decir que al final del año alcanzará su objetivo o no, porque en la competición, en el deporte, nadie tiene garantías de éxito, pero lo que necesitamos es que al menos las opciones existan. Y yo, al menos, sigo teniéndolo muy claro: si tiene los medios mecánicos imprescindibles, no nos defraudará. Puede que con el paso del tiempo algunos se hayan habituado a su talento y otros incluso hayan dudado de él, pero personalmente no puedo dejar de sentir la más profunda admiración por un piloto excepcional, uno de esos que marcan toda una época. Ojalá la suerte le acompañe y pueda demostrar que es así. No sólo porque será una magnífica noticia para el deporte español, también vamos a disfrutar quizá más que nunca.