¿Pero éste es el mismo Renault?

Menos mal que Alonso está llegando a los circuitos justo después de que se marcha Piquet. Porque si tuviéramos que quedarnos con las sensaciones que Nelsinho deja al volante del R29, apañados íbamos. La verdad es que en manos del asturiano parece un coche distinto al que utiliza el brasileño. Lo mejor del asunto es que cada día en pista del bicampeón es un motivo para el optimismo, un argumento para pensar que en Renault este invierno están haciendo los deberes mejor que el año pasado. Sus tiempos, su ritmo, su consistencia y la fiabilidad del monoplaza así lo refrendan.

No quiero decir con esto, ojalá fuera así, que el R29 vaya a ser el mejor coche de la parrilla del Mundial y creo que aún nos queda por ver el arreón final de pretemporada de los grandes, que quizá dejen a la escudería francesa un poquito más atrás. Pero lo importante es que Alonso tenga una mecánica al nivel mínimo exigible, que no es otro que en el que tiene opciones para poner de talento lo que le falte en prestaciones al coche. Si a ello unimos la regularidad de un piloto casi infalible, insisto, la esperanza será la ruta a seguir durante todo 2009.