El efecto Javi López sí funciona
Un gol de Guerra supuso la derrota del Nàstic ante el Granada 74 en enero del pasado año y la destitución de Javi López. El entrenador catalán había abandonado el Salamanca tras un periodo de éxitos para luego estrellarse en un club cuyo objetivo era volver a Primera. Ha habido que esperar para verle de nuevo en los banquillos. El Alavés es su nueva responsabilidad. Una entidad que lucha por salir de la penalidades económicas y que quiere escapar a toda costa del descenso. Quedaba la duda de saber si encajaría de forma adecuada en un contexto deportivo muy distinto al vivido en sus últimas etapas.
Los números dicen que sí ha sabido hacerlo porque, después de dos victorias en tres partidos, el Alavés está fuera de peligro. Buena culpa de ello la tiene Guerra, máximo goleador albiazul y casualmente el hombre que en su día precipitó la salida de López del Nástic. El técnico ya mejora los pobres resultados de la etapa de Mandiola, que llegó como estímulo para sólo sumar cuatro puntos de 18 posibles, incluidas varias derrotas ante rivales directos. Parece que el Alavés al fin ha encontrado el entrenador adecuado.