Rafa, un maestro de la táctica

A lo largo de estos cuatro años y medio, seguro que ha habido mejores versiones, pero la de ayer en el Bernabéu es la del genuino Liverpool de Benítez. Y más cuando le falta Gerrard, su gran capitán, su jugador más desequilibrante. Así, como anoche, ganó en San Siro al Milán (0-1) con un tanto de Torres y al Barcelona en el Camp Nou (1-2) con goles de Bellamy y Riise. Así, planteando un partido de corte defensivo, pero sin pasar apenas apuros. Con la defensa veinte metros por delante del área y el resto del equipo en 40-50 metros. No más. Controlando en todo momento la situación. Arriesgando lo justo. Con el objetivo supremo de dejar su puerta a cero, pero sin renunciar a aprovechar alguna de las pocas ocasiones que siempre va a tener, sobre todo a balón parado, como la que aprovechó cuando el partido languidecía y el Madrid ya no iba a tener tiempo a reaccionar. En estas eliminatorias a doble partido, Benítez es un maestro.

En los cinco años que lleva en el Liverpool sólo el Benfica le ha ganado antes de las semifinales. En las otras tres participaciones, dos finales y una semifinal perdida ante el Chelsea. En esta le quedan aún 90 minutos, pero cuando en Anfield se escuche el "You'll Never Walk Alone" su equipo irá ganando 1-0. Tácticamente el equipo es una obra bien hecha. Es solidario, organizado, corajudo.

El marcaje sobre Robben es para ponerlo en la escuela de entrenadores: Fabio Aurelio dejándole el perfil derecho, Mascherano esperándole a la salida, Carragher haciendo la cobertura... y por si acaso por allí siempre andaba Riera. Benítez es un especialista en desarmar contrarios. En maniatarlos hasta desesperarlos. Y, además, tiene a un hombre tan inteligente como Xabi Alonso, que no sólo manejó a su equipo, sino también al contrario. Hoy es uno de los mejores mediocentros de Europa, tal vez el mejor.