Los grandes no necesitan homenajes
El partido de despedida de Roberto Baggio de la selección italiana en 2004 ante España, cinco años después de vestirse su última camiseta azul, fue un antecedente histórico para la azzurra. En aquel choque, pocas semanas antes de la Eurocopa de Portugal, Baggio fue la estrella e hizo sombra al trabajo del seleccionador Trapattoni antes de una competición tan importante. Este es el gran problema. Este tipo de homenajes no se deben hacer en un partido oficial y, si me apuran, tampoco en un amistoso. Hay que buscar una fecha justa y unas condiciones ideales que en el fútbol de hoy, lleno de partidos y vacío de huecos, es difícil encontrar.
Ahora, en Italia se habla de un posible partido de despedida de Maldini, que dejó la selección tras el Mundial de 2002 sumando 126 partidos, récord absoluto. Será complicado encontrar una fecha para hacer este encuentro antes de la Copa Confederaciones de junio, donde el madridista Cannavaro podrá superar esa marca de Maldini. De todos modos, con homenaje o sin homenaje, los grandes se quedan en la historia y lo mismo pasará con Raúl.