Sergio Llull y la vieja guardia
Algo más que un título en juego para el Real Madrid durante la Copa del Rey. Ha llegado el momento de saber si los fichajes de esta temporada son útiles o decepcionantes. De momento los hechos apuntan al criterio negativo. En todas las remontadas épicas logradas por el equipo en sus últimos encuentros, los hombres decisivos han sido siempre los de la vieja guardia (Reyes, Bullock, Hervelle y Mumbrú) más Sergio Llull. Los teóricos refuerzos no aportaron casi nada, ya sea porque Joan Plaza no sabe aprovecharlos o porque ellos no han logrado adaptación.
Esta temporada el Madrid hizo fichajes importantes en todas las posiciones. En la dirección (Pepe Sánchez), en el perímetro (Hosley, Marko Tomas) y en el juego interior (Massey, Van den Spiegel). Era un nuevo proyecto que, si no hay cambio de rumbo, se quebrará como jarrón de porcelana. Sánchez sugirió la despedida si no confiaban en él, a Hosley le han intentado cambiar por Chuck Eidson, Tomas enlaza un partido bueno con cinco malos y tanto Massey como Spiegel quedan como espectadores cuando llegan los minutos claves. Las últimas victorias madridistas tienen doble lectura. Ratifican la valía de los veteranos, pero cuestionan a los nuevos.