Indiferencia en el debut de Faubert

Con toda la ilusión del mundo Faubert debutó anoche en el Bernabéu. Sus primeros minutos transcurrieron en medio de la indiferencia general. Con la grada más pendiente del Racing, que amenazaba con romper la estupenda racha de Juande. Siete partidos, siete victorias. Se dirá ahora que el chaval necesita tiempo, que presentar credenciales ante el particular público de Chamartín no es fácil. En efecto, así es para todo el mundo. Incluso para esa legión de jugadores a los que extraños fichajes como el de Faubert les hurtaron para siempre esa oportunidad.

Su aparición coincidió con un momento crítico. Juande sentaba a Robben, dejando ver con claridad que le considera el único crack de la plantilla, su tabla de salvación. Había tenido gripe, pero esta vez le quitó con un inquietante 1-0. Faubert es una adquisición de emergencia. Caro hasta en la cesión. Sólo las urgencias y la ausencia de miras pueden explicar que este Madrid haya cometido tal falta de respeto a su historia, a su plantilla y a su cantera.