Por qué hay que ver rugby en estos días

Por qué hay que ver rugby en estos días

Es la pregunta que me hicieron ayer mis compañeros en el mítico El Día Después, Nico Abad y Antoni Daimiel. Las frases hechas del tipo: el honor, la caballerosidad, el orgullo, y demás resultan demasiado obvias y son sólo tópicos. Viendo el panorama deportivo, lo único que merece la pena ver es tenis por lo que hace en la pista y fuera de ella Nadal. Respondiendo a Nico y Antoni, me apetece ver rugby porque estoy harto de ver deportistas (que cada uno imagine el deporte) que anteponen su imagen a la del equipo, suplentes que critican a titulares, entrenadores que se creen el ombligo del mundo, presidentes que deciden en materia deportiva, representantes que se abrazan a todo lo abrazable para ganar más, árbitros que se creen deportistas cuando son jueces deportivos, periodistas que adulan este circo para potenciar su imagen en lugar de hacer periodismo. Gente que se aleja cada vez más de la gente normal que le rodea, en un momento tan duro como éste, creando un deporte cada vez más vacío de valores.

Me apetece ver deporte puro. Quiero ver verdad, pasión, lucha, justicia, esfuerzo, un deporte y deportistas que transmitan estos valores, jugando o interviniendo en los medios. Que sólo sepa de ellos cuando juegan. Puede que sea un tipo raro (lo soy), que viva engañado, pero lo único que sé con certeza es que estoy harto de lo demás. Por eso lo que me apetece es ver rugby y leer el libro de John Carlin, en el que habla de lo que se consiguió en Suráfrica a través del rugby.