Llull: el base y su progreso

Sergio Llull ha experimentado un gran progreso, pero aún le falta bastante para ser un base completo. En ataque estático le falta verticalidad en los pases y las penetraciones, y le sobran botes y pases laterales inofensivos. A un base debe quemarle el balón en las manos; o juega con él o debe pasarlo con intención. Estoy seguro de que aprenderá a penetrar controlando el tiro, ahora muy impreciso, lo que le hará más peligroso y efectivo, además de facilitarle el tiro de media distancia. Un base debe tener el contraataque en el cerebro, intentarlo siempre y provocar superioridad numérica o aprovechar la desorganización de la defensa. Sólo cuando estas posibilidades desaparecen, empieza el ataque estático. Todo esto, claro, siempre que el marcador o el reloj no aconseje otra cosa.

Definitivamente, Llull contempla demasiadas veces la espalda de su driblador. Por lo demás, es mediterráneo, explosivo, inteligente, buen compañero y, encima, carismático. Además, jugó en Alicante, lo que imprime un cierto sello. Puede ser una gran estrella en el Madrid y la Selección. Después cometerá el error de irse a la NBA. Finalmente, confío en que estas opiniones expresadas por un ex entrenador, aficionado y socio del Real Madrid no sean malinterpretadas porque no deseo molestar ni dar lecciones a nadie. Yo en baloncesto no aspiro a nada, ni pretendo demostrar nada.