Se lo creen, es el año de armarla

Palpamos en la caseta del Athletic un sentimiento de responsabilidad y confianza como hacía tiempo. Hay tantas ganas de jugar como seguridad, una situación que hacía tiempo no se vivía. Quizás no recuerdo algo así desde las horas previas a la machada de Lieja. El equipo está preparado, mentalizado, para dar la cara en El Molinón y hacerse un hueco en la semifinal. No debe caer en los excesos, ni ser víctima de la precipitación, porque el Sporting es un rival peligroso en un partido abierto. Aunque a intercambio de golpes el Athletic tiene más pegada.

La afición rojiblanca, pese al mal tiempo, quiere estar presente en Gijón. No para de sonar el teléfono en Ibaigane y el Athletic pedirá un gesto al club asturiano a pesar de que en Liga no pudo satisfacer su solicitud. Mientras, Macua trata de dar un golpe en la mesa con un fichaje de futuro, el de Ander Herrera, por quien parece dispuesto a destinar más de la mitad de lo que ingresó (perdón, deberá ingresar) por Aduriz. Deben tener mucha seguridad en las posibilidades de este talento. Se cuece un Athletic muy interesante a corto plazo, pero primero, la Copa.