Su decisión vale una Champions
El susto ha durado pocos días y, desde el lunes por la noche, la alegría relevó a la preocupación. Los aficionados del Milán estaban convencidos de que Kaká iba a ser un nuevo futbolista del Manchester City y una vieja estrella del Milán. Pero la declaración de amor del jugador, que llegó a mostrar su camiseta desde la ventana de su casa a los aficionados que gritaban su nombre, ha sido muy importante. Tanto como ganar una Champions.
Kaká no solamente es un gran jugador, sino un símbolo del espíritu ganador del Milán y no es casual que anoche, en un partido amistoso en Alemania frente al Hannover, sus compañeros quisieran que jugara con el brazalete de capitán. "Mi hijo Christian, que tiene 12 años, ha llorado por la felicidad cuando se ha dado cuenta de que Kaká no abandona el equipo", dijo el capitán Paolo Maldini, y esta declaración demuestra que el brasileño es un ídolo también para los niños. Con él, el Milán toma nuevo entusiasmo para alcanzar al Inter en la liga e intentar ganar el título.
Pero no se puede descartar la hipótesis de que al final de la temporada, si el Milán no gana el título y no se clasifica para la próxima Champions, Kaká pueda otra vez considerar la idea de dejar el equipo rossonero. Pero lo haría simplemente por un gran club como el Real Madrid. Hoy parece un sueño imposible, pero también parecía imposible que el Milán se sentase en la mesa discutiendo su posible traspaso al Manchester City. El tiempo, como siempre, dirá la verdad.