Un coche para la esperanza

Un coche para la esperanza

La verdad es que el nuevo Renault no me parece un coche precisamente bonito, sobre todo comparado con el precioso Ferrari o el elegante McLaren. Lo encuentro un poco cantarín, con demasiados colorcitos y poco agraciado en sus formas. Sin embargo, todo esto no tiene la más mínima importancia para lo que realmente nos interesa: que sea el coche competitivo que merece un piloto de la calidad de Alonso. Al margen de lo más evidente y prácticamente común con sus rivales (por razones de reglamentación), parece que su gran argumento es un corazón 30 CV más poderoso que en 2008.

Porque si es así, creo que ya nadie se atrevería a dudar de que el asturiano podría pelear por su tercer título mundial. Algunos pensaron que el talento se había esfumado con el lamentable inicio del campeonato pasado, pero Fernando demostró, en cuanto el coche comenzó a funcionar mínimamente, que sigue siendo el piloto ganador que tantas alegrías nos ha regalado. Por eso creo que éste es el Renault de la esperanza. Si va bien, quien se va a poner a sus mandos no nos defraudará. Una combinación que sólo puede tener un resultado: el éxito.