La fuerza que tiene Pirena

La fuerza que tiene Pirena

El rodaje de un documental para Al filo en Alaska, que tenía como protagonista la Iditarod, la carrera de perros de trineo más larga e importante del mundo, me permitió compartir con mi buen amigo Pep Parés unos días inolvidables siguiendo esa competición que queríamos rodar desde dentro como homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, que encontró la muerte en ella en 1980. Pep nos contagió la pasión por este deporte teñido de aventura. Una pasión que le llevó a poner en marcha una idea totalmente descabellada, y quizá precisamente por ello, genial: organizar una carrera de trineos con perros en España, lo que a muchos les debió sonar como si alguien quisiese hacer una carrera de camellos en Groenlandia. Y aquí estamos: a punto de asistir a la decimonovena edición de esta Ruta blanca de los Pirineos que ya se ha consolidado como la segunda carrera de perros de trineo más importante del mundo tras la Iditarod. De nuevo, mushers (conductores de trineo) de distintos países se darán cita para cruzar un año más un macizo pirenaico que este año está pletórico de nieve.

El Pirineo invernal es la mejor de nuestras montañas. Se recupera la fuerza de su dominio, del hielo, del frío, de la tormenta, y también su soledad, su rigor extremo, te exige el talento, la voluntad, la fuerza y el compromiso. Lo más importante de un perro de trineo es su cerebro, esa voluntad de correr que les transforma cuando están en el tiro. Desde pequeños están escogidos entre los mejores para que ellos mismos encuentren su propio estímulo en el placer de correr. En cuanto se da la salida, unos perros y un ser humano se convierten en un solo organismo cuyos miembros actúan con un único fin: correr, correr sin descanso. Quizá sea por el fabuloso entorno o por la relación que se establece entre conductor y perros, pero Pirena es algo más que una carrera.

Sebastián Álvaro, creador de Al Filo de lo Imposible.