Regreso al lugar del despegue
El pasado 1 de noviembre el Racing visitó Mestalla en Liga con más urgencias que ahora, pero con el mismo enfado popular que se sigue palpando en la actualidad: que si el equipo no juega bien, que si Muñiz no sabe leer los partidos, que no hay plantilla ni pegada... Juicios que, aunque se han cumplido puntualmente, no representan a este proyecto. Aquel día, el técnico dependía del resultado para no apuntarse al paro. Nadie daba un duro por él ni por sus jugadores. Alguno, incluso, ya tenía a mano el teléfono de Álvaro Cervera (Cultural Leonesa). Y, sin esperarla, hubo reacción. 'Mestallazo'. 2-4. Cambio de rumbo y mentalidad. Después llegaron las exhibiciones europeas ante el PSG y el City y el asentamiento en la zona media. Pero nadie lanzó un piropo a la plantilla.
Tras el gris empate del domingo las sensaciones recuerdan a las de aquel alzamiento. El tendido 7 ha vuelto a florecer y exigir como si este club fuera el Madrid. Sabe que esta eliminatoria está fea por no machacar en la ida y que, sin Garay, Zigic y Tchité el resultado podría apoyar sus tesis ventajistas a las puertas del Tourmalet. Sin embargo, este Racing despegará de nuevo. Y Valencia, como entonces, es su trampolín ideal.