La sorpresa Beckham no le fue suficiente al Milán
Nadie se lo esperaba, pero Beckham no sólo hizo su debut en el Milán, sino que fue titular y jugó hasta el minuto 89 frente al Roma. Tampoco se lo esperaba el presidente Berlusconi, que antes del partido había previsto el estreno del inglés en la segunda parte, porque no estaba para noventa minutos y podía sorprender a los rivales en el segundo tiempo. Beckham jugó como centrocampista por la derecha, en una línea de tres junto a Pirlo y Seedorf. No solamente participó en el juego, tocando muchos balones con sus compañeros, sino que metió muchos centros desde la derecha para la cabeza de Pato.
El inglés demostró entenderse bien con sus compañeros, como si hubiera jugado con ellos toda la vida. No fue tan brillante como en sus mejores años en el Manchester o en el Real Madrid, pero tampoco decepcionó saliendo con una evaluación más que suficiente en todos los medios. Antognoni, campeón del mundo con Italia en 1982, ha dicho que se reconoció en algunos pases de Beckham, admitiendo su sorpresa por su condición física, y al final desde Ancelotti hasta el último aficionado reconocieron la gran profesionalidad de un jugador de fútbol y no de una estrella de cine, como muchos pensaban.
Pero lo difícil llegará ahora, porque el primer partido es como un viaje de bodas en el que todo es lindo. El Milán demostró en Roma ser un equipo sin equilibrio táctico, con muchas estrellas por delante y pocos defensas de valor por detrás. Beckham tiene que demostrar su importancia en el campo, manteniendo una buena condición física para aguantar el ritmo frente a rivales más veloces de lo que fueron los del Roma el domingo pasado. Este es el gran desafío suyo para conquistar el Milán y la selección inglesa. De momento, su presencia no le fue suficiente al Milán para ganar al Roma y acercarse así al Inter.