Bautista Soler le da una prórroga a Vicente Soriano

Vicente Silla temeroso de, por una vez en su vida de consejero, tener que tomar una decisión trascendente, medió para que se reunieran Bautista (el jefe) y Soriano y que se arreglaran. Así se ahorraba el marrón. Todo lo que estaba preparado (es mucho decir porque los actores no organizarían ni un cumpleaños) se ha dejado "sobre la mesa" (palabras de Bautista) hasta fin de mes. El partido está en el minuto 95, hay empate y se ha forzado la prorroga. La prórroga son ocho días: justo el plazo en el que se ha comprometido Soriano a decir quién es la empresa que compra la parcela de Mestalla. Y luego quedan los penaltis el 31 de enero. En esa fecha se ha comprometido el presidente (que ya no máximo accionista) a tener firmado el contrato de venta.

D e no ser así habrá tsunami. A Soler se le viene encima la tormenta perfecta. Tiene en juego 13 millones entregados al club, 26 en pagarés y 80 avalados en Bancaja. Su ruina. Al Valencia le espera la suspensión de pagos porque el 31 de enero no hay para pagar. Y a Bancaja tener que mojarse y meter más dinero en el Valencia para reflotarlo y poder cobrar. Y a la afición, años de ser un equipo que se ajuste a sus posibilidades. Delirios de grandeza, ninguno. Y a Soriano el descrédito y la pérdida de su inversión (20 millones en acciones y cinco a Soler). Me alucina escuchar la templanza de Soriano, es un témpano de hielo. Rezo para que sus afirmaciones, deseos y seguridades sean ciertas. Rezo por él y por el Valencia. Si no lo logra que dios nos coja confesados.