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Villa se ha convertido en el lujo de este Valencia

David Villa es un lujo que el Valencia de hoy (herido de muerte económicamente por (des)gracia de Soler) no se puede permitir. Pero aquí está. Villa, junto a Silva, es bandera che y una hucha permanente. Pero a ver quién es el guapo que rompe el cerdito. El Guaje está en el Valencia gracias a Javier Subirats: un ex jugador estilista y un fino ojeador como secretario técnico, con sus grandes errores (Popescu, Serban, Sabin Ilie, De los Santos) y con sus enormes aciertos del Valencia dorado y campeón (Ayala, Baraja, Vicente, Cañizares, Miguel, Marchena). Cuando llegó Subirats al Valencia, estaba fichado Milan Baros, por decisión del entonces secretario técnico (hoy jefe scouting del Liverpool), Edu Maciá. Subirats lo rechazó y señaló a Villa. Tenía 12 millones de cláusula, que entonces eran muchos. Y había un informe de otro técnico que desaconsejaba su fichaje por individualista y porque sus goles estaban maquillados con penaltis. Subirats pasó de todo y lo fichó.

Resultado: este 2008 segundo máximo goleador de Europa con 41 goles, sólo superado por Eto'o con 44; máximo goleador de la Eurocopa; y merecíó quedar más arriba del séptimo en el Bota de Oro. Este verano lo quiso el Madrid y Soriano sin obligación alguna (tiene 150 millones de cláusula) casi le dobló el sueldo. Villa cobraba poco en comparación con Helguera o Del Horno, por ejemplo. Ahora le está agradecido y ni forzó para marcharse ni forzará como hizo Robinho.