Juande conoció a Parejo en una tertulia el mismo día que se despidió de Londres

A Dani Parejo le daba un poco de corte aparecer en la tertulia londinense que se organizaba a veces en un conocido restaurante español. Finalmente se animó a participar en la despedida de Juande Ramos. Y le gustó. Tanto que llegó a sugerir que aquello debía hacerse cada mes. "Si lo quieres tan a menudo, lo montas tú, tío", le dijo el organizador. Conoció por primera vez al hoy entrenador del Real Madrid pero se soltó con algún chiste malo y su sorpresa por determinadas costumbres inglesas con el mismo desparpajo con el que se le vio en el Castilla. No tuvo ocasión de despojarse de dudas, temores y alguna lesión mientras estuvo en el Queens Park Rangers, y por lo tanto apenas se le vio con la misma confianza. Se le hizo difícil el camino, con lo que sin querer aumenta incluso más la reverencia que deberíamos sentir por los Cesc, Almunia, Fran Mérida, Arteta, Pepe Reina, Xabi Alonso y el resto de los que llevan por aquí los mejores años de sus vidas profesionales. Esto es duro y posiblemente no está hecho para su talento.

Bernd Schuster había decidido su regreso sí o sí y se empezó a negociar hace semanas. Quizá no es el futbolista que requiere un entrenador que exigirá experiencia, decisiones casi siempre correctas, agresividad y liderazgo. Parejo está creciendo y tiene la necesidad y la obligación de equivocarse hasta que encuentre su camino, así que que a nadie le extrañe si el uso que se hace de él es escaso. En todo caso, uno más se une a la causa casi imposible de esta temporada. De eso también se aprende.