Raúl López, puro genio y figura

Carácter, personalidad, pundonor y honradez, son algunos de los calificativos que definen a Raúl López. El de Jerez es un futbolista de fuerte temperamento que lo da todo en el campo. No es mejor que los demás, tampoco peor, pero sí diferente. Es, además, cadista por los cuatro costados. Comenzó desde muy niño con el equipo capitalino y tras dar sus primeros pasos en firme en la U.D. Melilla, aprovechando el servicio militar, regresó a su tierra. Eso sí, los nuestros se quedaron de nuevo sin Raúl cuando desde El Ferrol requirieron sus servicios, hace de esto cuatro temporadas, regresando después a casa, como no podía ser de otra manera. Su constancia y forma de actuar en todos y cada uno de los partidos del Cádiz hacen posible que, domingo tras domingo, se coree su nombre. Ya es costumbre, y casi obligatorio, ofrecerle desde el graderío este particular homenaje.

Ayer, en la Tertulia de El Faro, le acompañó su esposa. Rocío añadió pequeñas pinceladas a lo que conocemos del futbolista. Y nos caló hondo. Deducimos que lejos del césped, es igual de auténtico, sencillo y hasta cabezón cuando se empeña en algo. Eso sí, buena persona y mejor compañero. Ya me lo comentaba hace días su íntimo amigo y ex cadista Jesús Velázquez: "Raúl es de esos tipos que merecen la pena". Vamos, de esos de genio y figura que no se olvidan. Será el inexorable transcurrir del tiempo el que nos termine dando la razón. Como diría la Tata Pepa, este hombre es de pura cepa.