La debilidad de todos los presidentes

A todos los aficionados les gustaría fichar jugadores. Y los presidentes no iban a ser menos. Lo que ocurre es que ellos tienen la oportunidad de acercarse a ese nirvana reservado para secretarios técnicos. Soriano es un presidente futbolero, que piensa que sabe de fútbol mucho y además lo pregona. Y además se ha pagado el derecho a participar. 75,7 millones( 70 en pagarés) le facultan para ello. Soriano ya quiso fichar a un jovencísimo Agüero (con buen ojo) cuando era vicepresidente. Estuvo dispuesto, incluso, a pagarlo él. Ahora se ha enamorado de Keirrison por varios vídeos. Y no está convencido del que le ha aconsejado Fernando: Kalinic. Dice que no se quiere gastar nueve o diez millones en él, cuando llegaron a ofrecer ocho. Está en su derecho. Pero lo que subyace es si Soriano va a ser un presidente tipo Villarroel o no. Ha habido un amago de grieta entre ambos que, por mis noticias, se ha cosido de momento ayer tarde.

L o celebro por el bien del Valencia. Abrir una crisis entre Soriano y Fernando en el comienzo del proyecto hubiese sido un penoso error. El sacrificado ha sido Kalinic. Espero que no termine siendo un crack. Soriano lo tiene todo para ser un presidente histórico si cumple lo que dice. Que no se estropee a sí mismo por estas minucias. Su función es mucho más alta que elegir entre Keirrison o Kalinic. Eso que se lo deje a Fernando y así tendrá su trasero a salvo. O que se tire al monte y, como propietario, asuma las consecuencias de fichar él.