La Juventus hizo valer su orgullo
Tenía mucha razón Schuster cuando decía en la previa del duelo que no se fiaba de un equipo con tantos problemas como la Juventus. El triunfo bianconero fue producto del orgullo de los veteranos. Del Piero y Nedved dieron a la Vecchia Signora la fuerza necesaria para superar al Madrid hasta el 2-0 firmado por Amauri y después la capacidad de sufrimiento para defender con uñas y dientes los incesantes ataques del Madrid tras el gol de Van Nistelrooy. Al final los de Ranieri lograron un triunfo importantísimo, no sólo para la Champions sino también para la competición doméstica porque no ganaba un partido desde hace un mes exacto, cuando derrotó con problemas al Cagliari por 1-0.
No quisiera olvidarme del enorme trabajo de Sissoko, que apuntaló el centro del campo juventino con su poderoso despliegue físico. Fue el paradigma de una Juventus que superó con hambre la clase del Madrid. Una victoria de corazón pero que no esconde las profundas limitaciones técnicas del equipo de Ranieri. Eso sí, a los bianconeri les va a servir y mucho sobre todo como punto de inflexión, porque solventaron su partido más difícil de la temporada tras llegar a él en su peor estado de los últimos tres años...